En la orientación laboral, la clave no es dar respuestas, sino ayudar a que la persona las encuentre.
Cuando una persona participa activamente en su proceso (investiga sobre su sector, adapta su CV, se postula a empleos, busca activamente formación) no solo avanza en su búsqueda de empleo, sino que está desarrollando la competencia de participación, altamente valorada en el mercado laboral. Está demostrando que es una persona participativa, proactiva y capaz de gestionar su desarrollo profesional
Por eso, el papel de la orientadora u orientador no debe ser de “solucionador/a”, sino de facilitador/a del aprendizaje y la autonomía:
- Acompañar sin dirigir.
- Permitir que la persona explore soluciones por sí misma. En lugar de entregar una lista de empresas, invita a investigar.
- Enseña herramientas para la búsqueda de empleo en lugar de hacerlo por la persona.
👉 ¿Cómo fomentas la participación activa en tus sesiones de orientación? Comparte tu experiencia en comentarios.
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